Vuelo hacia el peligro

por Miroslav Bobek

El proyecto Africká Odysea de la radio pública checa ha permitido detallar los movimientos migratorios de las cigüeñas negras centroeuropeas y cual son sus principales amenazas tanto en África como en Europa

"Las aves migratorias que estamos intentando proteger en Europa pasan la mitad de su vida viajando y en sus cuarteles de invierno. También necesitan protección, pero primero debemos descubrir a donde vuelan y que ruta siguen". El director del centro de anillamiento de Praga Jiri Formánek describe así las razones que provocaron el nacimiento del proyecto Africká Odysea. En verano de 1994 mientras grababa una entrevista con el decano de los ornitólogos checos, mencioné la posibilidad de utilizar satélites para registrar el viaje de, al menos, una cigüeña negra. Entonces Jiri sonrió, pero en otoño de ese año los preparativos ya estaban avanzados.

Tras estos años hemos trazado la ruta, en algunos casos repetidamente, seguida por diez cigüeñas negras bajo el proyecto Africká Odysea, que es apoyado por la radio pública checa. Se han realizado varias expediciones y durante su existencia Africká Odysea ha ganado una increíble popularidad en la República Checa al tiempo que permitía hacer nuevos descubrimientos.

Enero de 1997, el altiplano etíope al este del lago Tana. Las señales del transmisor que usamos para marcar a una cigüeña negra hembra que bautizamos como Zuzana en Bohemia llegan de un poblado cercano. "Hay una cajita marrón en tu choza, serías tan amable de devolvérnosla", le pidió cortésmente nuestro interprete a un joven etíope que dijo llamarse Liew . "Nuestra cigüeña solía llevarla a la espalda". Unas horas después descubrimos que Liew arrojó una piedra a Zuzana matándola. El dijo no saber porque lo había hecho.

"Las cigüeñas negras son muy cautas, por eso me sorprendió como Liew se las había arreglado para acercarse tanto a Zuzana", recuerda el ornitólogo de 44 años Frantisek Pojer, uno de los partícipes de la mayoría de las expediciones en busca de nuestras cigüeñas. Pero pronto nos dimos cuenta que la vida en Etiopía es muy diferente a la nuestra. El altiplano etíope está densamente habitado, allá donde mirábamos encontramos personas o al menos animales domésticos. Si las cigüeñas hubieran de mantener las mismas distancias que en Europa deberían mantenerse volando de un lugar a otro y no se las arreglarían para obtener el suficiente alimento. Por eso permiten a los animales domésticos, e incluso humanos acercarse tan cerca como a unas decenas de metros. A menudo, como en el caso de Zuzana, pagan un elevado precio.

Afortunadamente no todas las cigüeñas negras emigran a Etiopía desde Europa Central. Muchas de ellas siguen la ruta oriental a través del Estrecho del Bósforo o los Dardanelos, cambian su ruta en Sudán y pasan el invierno en África Central. Algunas pocas cigüeñas cruzan por Italia. Las que siguen la ruta occidental abandonan Europa a través del Estrecho de Gibraltar e invernan en el oeste de África. Tan sólo un macho, que llamamos David, se detuvo en Andalucía en 1998 y pasó allí todo el invierno.

La ruta seguida por una cigüeña llamada Kristyna ha podido ser trazada cuatro años consecutivos: Cada año ella volaba a un área cerca de Khossanta al este de Senegal. Así pudimos de demostrar que las cigüeñas son tan fieles a sus áreas de invernada como a las de reproducción. "Supón que llegas a una ciudad nueva, no sabrías cuales son los mejores lugares para comer o cuales hay que evitar" explica Lubomír Peske de 52 años, uno de los colaboradores del proyecto. "También podemos aplicar esto a las aves migratorias. Tanto mejor conozcan el territorio, mejores serán sus oportunidades de supervivencia. Es mas fácil encontrar así comida o evitar a los enemigos"

Noviembre de 1995, en un área parcheada de arbustos al este de Chad. Mustafá un campesino local se sienta en el techo de nuestro vehículo, guiándonos hacia el lago mas cercano, donde deberíamos encontrar a un macho que llamamos Viktor. "¿Hay suficiente agua allí?" Mustafá respondía a nuestra pregunta con sorpresa: "¡Hay muchísima agua !". Al cabo de tres horas llegamos finalmente: nada mas que un barro reseco y el agua suficiente para llenar un par de depósitos. "¿Era este el agua al que te referías?". Mustafá encogía sus hombros: "Las vacas lo beben".

Los habitantes del Sahel cultivan mijo y crían ganado. Los años marcados por las escasas lluvias han provocado un aumento de la superficie cultivada y sus rebaños también necesitan mas pastos. Al mismo tiempo se está incrementando de un modo increíble la demanda de fuentes de agua. El agua del lago que Mustafá nos mostró era la única bebida por las vacas y durante los días siguientes fuimos testigos de como los habitantes locales conducían a su ganado durante kilómetros para abrevar. De todo ello tan sólo puede quedar una consecuencia, la destrucción de la vegetación, la erosión del terreno, y la transformación del paisaje en un semidesierto o incluso un desierto. "Tan sólo al amanecer, Viktor y los otros animales salvajes podían permanecer algún tiempo en aquel pozo, antes de que llegaran los pastores con sus rebaños" señala Pojer. "Eso significaba que tenía pocos lugares y aun menos tiempo para alimentarse. Por ello el rápidamente se dirigió hacia el sur"

En Senegal la situación es mucho mas favorable, en parte porque los habitantes han perforado numerosos pozos. Incluso así cada año Kristyna debía abandonar sus lugares favoritos para desplazarse aún mas al sur antes de regresar a Europa. "Las aves migratorias en busca de nuevos lugares de descanso encaran los mayores riesgos", remarca Peske. "Aún mas, los mejores puntos pueden llegar a atestarse de modo que las aves tiene que competir unas con otras, reduciendo así sus posibilidades de supervivencia". Kristyna evidenció esta teoría cuando en el invierno de 1999 abandonó su tradicional hábitat de invernada, de nuevo dirigiéndose hacia el sur y en una comarca de matorrales baldíos murió.

Octubre de 1999, en la campiña calabresa, al sur de Italia. Hemos cruzado a través de los maizales donde acabamos de encontrar unos cartuchos vacíos, para llegar finalmente a las orillas del río Crati. Ahora estamos seguros que un joven macho llamado Vaclav, que voló de Bohemia a los Balcanes y de ahí a los Apeninos, ha sido abatido. Al rato encontramos el transmisor en el suelo con el arnés cortado y luego encontramos los restos de Vaclav.

La estadística de mortalidad de las inexpertas jóvenes cigüeñas en su camino hacia África puede ser tan alta como del 50 por ciento. En las aves adultas tal vez alcance al 10%. La mayor parte son provocados por las actividades humanas y sus influencias.

El análisis de rayos X probó lo que ya esperábamos, un cazador desalmado disparó a Vaclav. "Aunque la situación está mejorando, las aves protegidas aun son abatidas en Calabria", nos dijo Giuseppe Viaggiani director del centro de recuperación de la fauna salvaje de Cosenze. "Tanto cazadores legales como furtivos a menudo matan rapaces, cormoranes y cigüeñas"

Viaggiani y sus colegas intentan popularizar el "caso Vaclav" tanto como sea posible. En Francia eligieron la misma estrategia después que un joven macho llamado Hynek también fuera disparado en sudoeste de Francia en otoño de 1998. Del mismo modo también se ha actuado en España, donde Jonas otro joven macho también fue con toda probabilidad abatido en septiembre de 1999.

Para Jiri Formánek "Francia, España e Italia parecen ser la parte mas crítica en el viaje a los cuarteles de invierno". Casi tres millones y medio de cazadores están registrados en estos países. Sin embargo, la actual situación es posible debido a la inefectividad en la protección de las aves migratorias. A menudo las leyes son totalmente ignoradas y en muchos ocasiones las causas en favor de la protección de la naturaleza no obtienen todo el apoyo suficiente."

Septiembre de 1995, en el límite norte del Sahara a lo largo de la frontera entre Marruecos y Argelia. Hemos conducido decenas de kilómetros a través de una estrecha carretera en un paisaje árido y pedregoso donde la única vegetación son unos resecos y míseros matorrales. En el reseco lecho del río Draa nos internamos en el desierto y veinte minutos mas tarde llegamos al lugar donde Kristyna pasó la noche. Encontramos una verdosa fuente en la cual pescar algunos pececillos. En ese momento empezamos a sospechar que Kristyna no abandonaría el wadi del Draa durante algún tiempo.

La migración postnupcial a sus lugares de invernada lleva a las cigüeñas negras entre uno y tres meses, haciendo paradas de días, incluso semanas durante el viaje. El retorno en primavera a las zonas de reproducción es mucho mas rápido, pero aun así necesitan hacer algunas paradas"

"Las aves migratorias en movimiento pueden estar en la mismas situación que un conductor que sabe que su próxima gasolinera esta a unos 100 kilómetros pero recorre 400 kilómetros sin parar en ninguna", dice Peske y sus palabras confirman el hecho que las cigüeñas que cruzan por los Balcanes disfrutan de unas paradas mas largas y frecuentes que las que usan la vía a través de Europa occidental. Unas tienen la oportunidad de recuperar sus fuerzas, las otras no.

El viaje a través de África es muy riguroso para las cigüeñas, particularmente al atravesar el desierto del Sahara, cuando cubren distancias de hasta 500 kilómetros en un día. Esto hace que lugares como el wadi del Draa sean tan importantes para estas, al permitir alimentarse, beber y descansar. Frantisek Pojer piensa que no puede haber muchos de estos lugares: "No es tan sólo un problema de agua y comida, sino también de árboles. Cuando las aves no encuentran un posadero en lo alto de un árbol y pasan la noche sobre las rocas o en el suelo son una presa mucho mas fácil de los depredadores. Esto es lo que le pasó a una hembra llamada Tereza en las desnudas pendientes de las montañas del Antiatlas. Mas tarde los beréberes nos devolvieron el transmisor.

"Africká Odysea confirma que los cambios en el medioambiente son cruciales para el destino de las aves migratorias. Mantener zonas protegidas en las áreas mas expuestas y programas de educación evitaría una extinción segura. Pero un asunto básico es la desertificación , deforestación y el sobrepoblaminento que están sobrepasando fronteras y continentes. Las amenazas a las aves migratorias son un buen ejemplo de esto", dice Jiri Formánek. El piensa que difícilmente podremos resolver problemas globales sin eliminar las imprudencias humanas en Europa"

Pensamos que Africká Odysea está ayudando a la gente, al menos en la República Checa, a comprender el alcance y profundidad de los problemas globales y se ha convertido en la base para construir puentes de entendimiento entre gente que vive en países distantes tanto geográfica como culturalmente. "Por esta razón y no otra , continuaremos siguiendo a las cigüeñas negras", concluye Frantisek Pojer.

Una versión resumida de este artículo apareción en Febrero del 2000 en la revista Quercus.

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Datos del autor: Miroslav Bobek es zoólogo y periodista y reside en Praga, la capital de la República Checa. Desde 1994 es el director del proyecto Africká Odysea.


Texts by Miroslav Bobek and František Pojer
Photo by Khalil Baalbaki, Gérard Jadoul and archive of Africka odysea
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